¿Eres de las que creen en las supersticiones de bodas? Si normalmente no te verán pasando por debajo de una escalera, tiras la sal sobre tus hombros si la has derramado antes y te cuesta horrores encender el ordenador cada viernes 13, las supersticiones de bodas te pueden afectar.
Sin embargo, aunque éste va a ser tu día, tu primera y única vez como novia, seguro que ya tienes experiencia como invitada y, desde esa perspectiva habrás visto todo tipo de iniciativas que parecen ignorar las supersticiones de bodas. Intenta recordar, ¿tuvieron sus consecuencias? ¿Sucedió lo que la tradición oral vaticinaba? Seguramente no, pero, por si no te acuerdas o no tienes ocasión de comprobarlo, en las siguientes líneas encontrarás todas las respuestas que necesitas para disfrutar plenamente del día de tu boda y dejar las leyendas a un lado.
Supersticiones de bodas que han marcado a generaciones
Celos, espíritus malignos y augurios de mala suerte son sólo el comienzo. Las supersticiones de bodas parecen sacadas del momento de mayor drama de una comedia romántica. Perlas que anuncian lágrimas, infidelidades y penurias… en realidad, son sólo eso, ficciones sin ninguna base científica. Así que, mejor no creerte nada de las siguientes leyendas
1. No puedes ver al novio, ni él a ti, antes de la boda. En el pasado, las parejas no debían verse hasta el último minuto, por lo que el novio no tenía la oportunidad de cambiar de opinión. Esta costumbre se transformó gradualmente en la idea general de que era mala suerte para un novio ver a su novia el día de su boda. Hoy en día, algunas parejas se apegan a la tradición porque les gusta la emoción y la expectativa de verse por primera vez en la ceremonia. Pero cada uno tiene que escoger lo que le hace feliz. Nosotros conocemos a muchas parejas que se han resistido a la tradición, durmieron juntos la noche anterior, desayunaron juntos la mañana del gran día, se prepararon para la boda en la misma finca y programaron su sesión de fotos conjunta con su fotógrafo antes de la ceremonia. ¿Qué te apetecería más para ese día?
2. Debes alejarte del color amarillo, especialmente en las flores de tu ramo de novia. Las supersticiones de bodas llegan a todos los elementos clave de tu día más esperado. En este caso, la tradición dicta que, durante la época victoriana se tradujo el lenguaje de las flores a través de una obra, donde se asignaba a cada variedad y color diferentes emociones y significados. Este libro alcanzó gran popularidad en todo el continente, por lo que, en todos los países de Europa, las novias tuvieron ocasión de leer que las rosas amarillas simbolizaban los celos. Sin embargo, las flores no hablan, por lo que la interpretación de su lenguaje es libre. Si para ti una flor atrae la buena suerte, te brinda los mejores recuerdos o, simplemente, te gusta, no te prives de incluirla en tu ramo de nova, ni en los centros de mesa para bodas ni en la decoración del lugar donde se lleve a cabo la recepción. ¿A quién le importan los floristas victorianos?
3. Que no se os caigan los anillos, si no queréis correr la peor de las suertes. Ésta es, de todas las supersticiones de bodas, sin duda, la más salvaje… y, al mismo tiempo, la que más veces se ha visto desvelada como mito sin base real alguna. La tradición asusta y dice que si alguien deja caer el anillo durante la ceremonia puede morir. Pero, en realidad, lo único que puede pasar es que puedes morirte de la vergüenza, eso sí. Imagínate que se te caiga justo cuando se lo vas a poner al novio y que os cueste unos minutos encontrarlo. ¿Sabes lo rápido que ruedan mientras saltan del altar hacia los bancos de los invitados? Las bromas os acompañarían a ambos durante varios meses, pero eso es todo, nada de cierto en una superstición tan pesimista.
4. El novio te debe coger en brazos para cruzar el umbral de la puerta. De todas las supersticiones de bodas ésta suele ser la que más gusta, por lo menos a las recién casadas, igual los novios no están tan a favor en todos los casos. Esta tradición llega de la antigua Roma, donde se creía que cruzar de esta guisa el umbral de la casa de la pareja la protegía de los malos espíritus. Hoy día las cosas han cambiado mucho y nuestras creencias nada tienen que ver con las de entonces, aunque, a ganas de divertirnos y pasar un buen rato no nos gana ninguna época anterior.
5. No te cases en trece ni martes. Y tampoco te embarques. Ese día de la semana unido en la misma frase con el fatídico número 13, que algunos buscan y otros evitan a toda costa, es un caldo de cultivo muy fructífero para todo tipo de mitos. En realidad, lo que debe importaros a los novios es encontrar una fecha que os cuadre con la del viaje y os permita tener disponibilidad en la finca para bodas elegida y con el mejor servicio de catering, el que se sitúa como número uno en vuestra lista. Da igual el día porque cualquier día de boda termina siendo una fecha bonita para recordar.
Supersticiones, bodas y menús
Las supersticiones de bodas se sientan a la mesa y ahí sí que no deberíamos estar dispuestas a dejarnos guiar por creencias vacías de fundamento. Al pan, pan y al vino…
Pero la historia nos ha dejado tradiciones tan peculiares como las siguientes, algunas convertidas en superstición:
- En Sudáfrica, los padres de los novios llevaban fuego desde sus hogares, procedente de la lumbre donde cocinaban, para encender un nuevo fuego en el hogar de los recién casados
- La costumbre de las tartas de boda de varios pisos surgió de un juego en el que los novios intentaban besarse sobre un pastel cada vez más alto sin romperlo ni caerse.
- Una antigua leyenda europea dice que, si la menor de dos hermanas se casa primero, la hermana mayor deberá bailar descalza en la boda para no correr el riesgo de quedarse sin marido.
- En Egipto, la familia de la novia cocina tradicionalmente durante una semana después de la boda, por lo que la pareja podía relajarse sin tener que pensar en esta obligación.
Y, en Madrid, o cualquier punto de España, nosotros, todo el equipo de El Laurel catering cocinamos el día de tu boda, para que pases las 24 horas más increíbles de tu vida y vivas un sueño compartiendo los mejores momentos con amigos y familiares. ¿Hablamos de menús?
Pero, si aún no tienes boda a la vista, toma nota de otra leyenda dice que las mujeres solteras soñarán con sus futuros esposos si duermen con una rebanada de pastel bajo las almohadas. Cuéntanos si alguna de tus invitadas se decide a ponerla en práctica.