El plan: aperitivos y cóctel de bienvenida, buena música, cena estilo buffet y después el novio y la novia se van cada uno por su lado… esa noche muchos deciden dormir por separado para conservar el misterio de, entre otras cosas, el traje de novia. Así son las mejores fiestas preboda.
La fiesta preboda: una antesala a tu gran día
Con la fiesta preboda comienza la celebración oficial de tu boda. Los detalles son importantes, sin embargo, en la fiesta preboda el protocolo es mucho más distendido de lo que será durante el gran día. En cualquier caso, no puedes pasar por alto aspectos como:
-La música elegida.
-El servicio de catering.
-Tu vestuario y el de tu pareja.
-La decoración del lugar donde se lleve a cabo la fiesta preboda.
Pero lo más importante de todo es que la consigna es divertirse, así que es la ocasión ideal para organizar juegos, sesiones de fotos donde sacar vuestro lado más divertido o simplemente demostrar vuestras dotes de baile, a modo de ensayo para el día de tu boda.
Celebrar una fiesta preboda te da un tiempo extra para disfrutar con tus invitados, poder conversar con ellos y pasar un rato muy agradable sin los nervios de la boda. Además, está comprobado que las fiestas preboda sirven como antídoto anti-estrés y siempre consiguen que al día siguiente todo sea más natural y que tu boda marche sobre ruedas.
Y al final de la fiesta preboda…
No debes preocuparte si eliges que tu fiesta preboda se celebre por la tarde o por la noche. Al día siguiente tu rostro no tiene por qué reflejar los signos del cansancio ya que generalmente los novios no acompañan a sus invitados hasta el final de la fiesta, sino que se retiran antes.
Tras la primera copa, o el primer cóctel, después de la cena, los novios se despiden de familia y amigos hasta el día siguiente. La próxima vez que se encuentren ya estarán a pocos minutos de convertirse en marido y mujer. Eso sí, si la última noche como solteros se pasa juntos o por separado es una elección personal que cada pareja debe decidir.
Créditos fotográficos: Beatriz Goiri y El Marco Rojo.
