El timing o los tempos, es decir el ritmo de la boda es un aspecto fundamental que hay que controlar desde el primer momento de la celebración hasta el último.
A veces, a la hora de preparar el día más importante de su vida, algunas parejas se centran en asegurarse de que la comida sea la mejor, la decoración muy cuidada y detallista, la ceremonia emotiva o el vestido espectacular. Y realmente son aspectos clave de la ceremonia, aunque no hay que correr el riesgo de perder de vista uno tan fundamental como el timing, del que depende el éxito de los demás aspectos.
Aunque no es tangible, se considera clave para un desarrollo correcto y fluido de cualquier boda, ya que un control óptimo del tiempo dedicado a cada parte de la ceremonia ayudará a que todos los asistentes, tú y tu pareja incluidos, paséis un día inolvidable.
Por lo tanto, para que la ceremonia fluya sin parones o acelerones, sin estrés innecesario o aburrimiento excesivo, es importante programarlo todo con suficiente antelación teniendo en cuenta los posibles imprevistos. Si ajustas mucho los timings, cualquier imprevisto en la peluquería o en la cocina, por ejemplo, puede trastocar todos los planes e incrementar los nervios de forma irremediable.
Aparte de los imprevistos que debes tener en cuenta, aquí te dejamos unas cuantas cosas que debes tener en mente para prever y programar el timing de toda la ceremonia:
- En primer lugar, debes pedir a los distintos profesionales que van a trabajar en tu boda, es decir, a los peluqueros, chefs, maquilladoras, videógrafos, etc., cuál es el tiempo requerido para llevar a cabo sus tareas específicas.
- Resulta también imprescindible que estés peinada y maquillada antes de que llegue el equipo de cámara y fotógrafos, si los hay.Y después, mientras esperas, intenta relájate y disfrutar, que de esto se trata.
- A continuación, habla también en persona responsable de la ceremonia (sacerdote, concejal, juez de paz, según si es una boda civil o religiosa), para que te explique la duración de la misma, y añádele tú un poco más de tiempo. Ten en cuenta que la firma, las ovaciones y el tiempo dedicado a recibir felicitaciones puede alargarse fácilmente 30 minutos.
- Asegúrate de si hay lecturas de amigos o familiares y prográmalas bien, para tener una idea aproximada de su duración, e insísteles en que lo ensayen antes, si hace falta, con el cronómetro en mano, para no excederse a la hora de la verdad. Piensa también que los discursos muy largos suelen acabar aburriendo a los asistentes.
- Y, por último, no te olvides tampoco de calcular el tiempo correspondiente al traslado a la finca, tanto de ti y de tu pareja, como de todos los invitados.