Eres innovadora, te gusta arriesgar y tu estilo es contemporáneo, igual que tus costumbres. Y, sin embargo, para algunas cosas te reconforta el poder aferrarte a las tradiciones. Las invitaciones de boda clásicas son la mejor opción para anunciar a tus amigos y familiares que muy pronto darás el sí quiero.
Para evitar que el estilo de invitación que escojas se parezca a otros, y ayudarte a darle ese toque personal que pones en todo lo que haces también a tus invitaciones de boda clásicas, hemos recopilado las mejores ideas con las que complementarlas.
Invitaciones de boda clásicas y distintas
Las invitaciones de boda clásicas se vuelven muy diferentes cuando se sabe dónde introducir el giro adecuado. El formato, el texto, la presentación… tienes muchos recursos y en las siguientes líneas podrás tomar nota e algunas ideas que te ayudarán a explotarlos como consideres más conveniente:
- El texto de las invitaciones de boda clásicas: seguramente, ésta será la primera adaptación que hagas. Tradicionalmente, eran los padres del novio y de la novia quienes invitaban a la celebración. En su nombre se escribía el texto, donde animaban al destinatario de la invitación a acompañarles a ellos y a sus hijos en una fecha tan especial. Hoy en día esta costumbre puede parecer un poco pasada de moda y aquí puedes cambiar un poco las tornas. Así, aunque incluyas los nombres de los padres de ambos en la invitación, el texto estará escrito en primera persona del plural por vosotros, los novios.
- El formato de la invitación: las invitaciones de boda clásicas son fáciles de imaginar. Un gran tarjetón donde el texto queda perdido en un gran espacio en blanco. El tamaño no es lo importante y sí lo son el diseño y la calidad. Para tu boda puedes restar unos centímetros a la tarjeta y, a la vez, agrandar el tipo de letra del texto. De esta forma conseguirás un resultado más armónico. Además, dentro del estilo clásico, puedes plantearte otras opciones como los trípticos o las tarjetas dobles que, si sabes combinar con la caligrafía adecuada, no restarán ese formalismo que deseas conservar.
- El tipo de letra: el tipo de letra queda más restringido, ya que todas las opciones de trazado caligráfico a mano alzada deberían evitarse. Sin embargo, puedes permitirte la licencia de jugar con el color y, en vez del típico negro sobre fondo blanco, diseñar tus invitaciones de boda clásicas empleando algún tono de la gama de los azules más oscuros o de gris para el texto y, si no quieres que la tarjeta sea blanca, escoger un gris muy tenue o un crema.
