Hay cosas que nunca cambian y hay clásicos que vuelven para quedarse. Es el caso de la mantelería bordada. Sí, puede ser que los tonos o los motivos hayan variado un poco, pero la elaboración, la función y el efecto en la mesa permanecen invariables. En los últimos años se está notando un aumento en la popularidad de este tipo de mantelería, impulsado por personas que buscan la calidad y la diferenciación. Por eso, son una opción que necesitas tener en cuenta para tu evento.
Desmontando los mitos de la mantelería bordada
No te creas todo lo que te cuentan. Las mantelerías bordadas están más de moda que nunca y te ayudan a poner una nota de distinción a tu mesa de un modo muy actual. ¿Sabías que…?
- La mantelería bordada pega con todo: no te pongas límites. Este tipo de mantelería no es una alternativa a la que recurrir para celebraciones de tono clásico y tradicional. No tienen nada que ver con la seriedad y el formalismo. Se trata de piezas exclusivas que pueden encontrarse en una gran variedad de formatos y que pueden adaptarse a cualquier escenario. Si buscas un ambiente más sobrio y comedido, escogerás colores más oscuros y con menor contraste entre el hilo y el tejido, pero si lo que quieres es transmitir energía, vitalidad y optimismo, te apoyarás en sus dibujos para proyectar esta idea. Tú eliges.
- La mantelería bordada te permite combinaciones arriesgadas: nada de conformarse. Si lo quieres todo, no te creas que las mantelerías bordadas te lo van a poner difícil, al contrario. Este elemento puede contribuir a vestir una mesa de la forma más personal que te puedas imaginar. Escoge un sobre-mantel, presta atención a la selección de la vajilla y la cristalería y utiliza los colores de fondo para combinarlos con elementos decorativos y con las flores, bien empleando tonalidades de la misma gama, bien creando contrastes para un efecto inesperado.
- Te alegrarás de haber elegido la mantelería bordada para una fecha tan especial: quieres que tu evento sea único y estás a tiempo de conseguirlo. Elige detalles que se alejen de la estandarización a la que muchas personas están acostumbradas. Nada de manteles lisos, opta por mantelerías bordadas, de tonos variados, combínalas con otras, por una diferente en cada mesa si quieres y, sobre todo, hazlo pensando en que te guste a ti el resultado. Entonces será un éxito.