Os volvéis a casar. No lo saben vuestros hijos, ni vuestros nietos, ni el bisnieto chiquitín, pero ya tenéis fecha y hora para decir los votos y daros otra vez el sí quiero. Todo está arreglado y sólo faltan las tarjetas de invitación a las bodas de oro que enviaréis a vuestros amigos y familiares para que os acompañen en una fecha tan especial y tan esperada.
Con la ilusión y el mimo que habéis puesto en la planificación no debe quedaros nada en el tintero y, por eso, el formato, diseño y contenido de estas cartas debe estar a la altura. Aquí van unas pistas para conseguirlo…
Tarjetas de invitación a las bodas de oro únicas
Estar preparando las tarjetas de invitación a las bodas de oro es una actividad reservada sólo a unos pocos afortunados. Vosotros sois la pareja que inspira a todos los que os conocen y en la que muchos aspiran a convertirse. Dejad que esa magia se note desde el momento en que abran el sobre vuestros invitados.
Para lograrlo, tendréis que poner atención a:
- Personalizarlo todo al máximo: desde el sobre hasta el papel en el que se imprimirán las tarjetas de invitación a las bodas de oro, del tipo de letra a las imágenes que acompañarán al texto.
- Buscar un elemento muy característico vuestro y que sea fácilmente reconocible para usarlo como un logo o como un detalle de la decoración de la tarjeta (y posteriormente del lugar en el día de la celebración). El proceso de escoger este motivo será parte de la diversión.
- Seleccionar fotos vuestras de entonces, para que quienes no estuvieron allí pudieran veros en esa primera ocasión frente al altar. Las podéis poner a los lados del texto de las tarjetas de invitación a las bodas de oro o, si preferís usar sólo una, como marca de agua haciendo de fondo del mensaje en la carta.
- Incluid algún detalle extra, para darle ese toque de modernidad y un punto divertido. Podéis usar un lacre para el sobre, un cordoncillo adornado con plumas y flores para rodear a las invitaciones, brillantina o confetti de corazones para que salga al extraer el contenido del sobre o, recurrir a la imaginación y, en vez de enviar una carta para invitar a vuestros amigos y familiares, mandadles un paquete dentro del que puedan descubrir una cajita con un vídeo con el mensaje de invitación, una botella con la invitación dentro o lo que se os ocurra con vuestras mentes creativas.
Por último, y por más que estéis disfrutando el proceso de diseño de las tarjetas de invitación a las bodas de oro, no olvidéis enviarlas a tiempo y solicitar confirmación de asistencia, algo que os hará falta de cara a la organización para seleccionar, por ejemplo, el lugar donde se celebrará y los menús de catering.