Vestir la mesa de un modo adecuado es básico para que toda la decoración de las mesas de la boda destaque por su elegancia y exquisitez, por lo que es de gran importancia elegir con mimo cuál va a ser la mantelería para las mesas de vuestra celebración.
Este post trata sobre decoración de mesas de una boda. Si estás interesada en el tema y quieres saber todo lo necesario para que tu boda sea perfecta, descarga nuestra guía gratuita La mejor decoración para las mesas de tu boda:
Para escoger el mantel y en general la decoración de la mesa, os recomendamos que sigáis algunas pautas para así acertar de pleno y adecuar la decoración al tipo de celebración de que se trate.
Como punto de partida, las primeras decisiones que hay que tomar a la hora de empezar la organización de una boda son: elegir el momento del día en el que tendrá lugar la celebración, de día o de noche, el lugar de la celebración y el estilo que queráis darle. Partiendo de estas premisas, podréis empezar a confeccionar el diseño y organización de la boda, con todas las decisiones y elecciones que ello conlleva. De este modo teniendo estos puntos claros, podréis elegir la mantelería.
Al aire libre y de día
La mantelería que mejor queda es sin duda la de colores muy vivos, al combinar a la perfección con la alegría del entorno, como es un hermoso jardín o una finca significativa para la pareja.
Formal y de día
La tendencia es elegir colores para la mantelería que sean fuertes, ya que normalmente la vajilla suele ser blanca o de un color uniforme, por lo que el contraste suele quedar espectacular.
Colores llamativos como el azul agua, o el verde esmeralda pueden quedar ideales alcombinarse con colores sobrios como el blanco, el beige o el nude.
Elegante y de día
Los colores adecuados son los sobrios como el marfil o hueso, o también el azul marino o el verde oscuro para lograr un bonito contraste. Y como guinda del pastel, se puede agregar un discreto y delicado bordado en el mantel o cubre mantel para personalizarlo de un modo elegante.
Formal y de noche
En este caso se puede utilizar una mantelería en blanco, beige, tonos ocres o colores tornasolados como el dorado, todo ello complementado con velas y otros adornos con luz para acabar de los últimos toques a la decoración y hacerla perfecta para la ocasión.
A su vez, se puede jugar con las servilletas, pudiendo ser tanto del mismo color y la misma tela que el mantel principal. Por el contrario, se puede optar por el contraste, provocando así un efecto óptimo súper bonito de distintos tonos: por ejemplo, combinar un mantel color crudo con unas servilletas granates puede quedar espectacular.
Otra buena idea es hacer ramilletes de flores con los colores predominantes en vuestra boda y anudarlos con una cinta a las sillas de los invitados. Para esta opción son ideales las sillas de mimbre y de madera, ya que permiten anudar en su parte exterior lo que deseamos.
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