Una boda bilingüe no sorprendería a nadie hoy día. De hecho, no solo no son nada nuevo, sino que se están volviendo cada vez más comunes. Nuestro mundo se está convirtiendo en una gran comunidad global, lo que significa que aumentan las probabilidades de enamorarse de alguien de otra cultura, ¡o país!
En el momento de planificar la celebración pueden surgir las dudas: ¿cómo puede asegurarse de que todos los invitados a la boda entiendan los votos que compartiréis y se sientan verdaderamente incluidos en la celebración?
Siguiendo las recomendaciones que encontrarás en este post te darás cuenta de que, no solo no es complicado de lograr, sino que además te da la posibilidad de disfrutar de lo mejor de dos mundos en un día irrepetible.
Cómo celebrar una boda bilingüe
No hace falta improvisar. Para planificar una boda bilingüe y acertar, basta con seguir estos consejos:
- Imprimir todo en ambos idiomas. Conviene establecer el tono para una boda bilingüe desde el principio imprimiendo las invitaciones en ambos idiomas. Esto puede hacerse optando por tarjetas a doble cara o teniendo dos versiones: una para hablantes de español y la otra para personas que no hablan nuestro idioma. Se trata de una forma excelente de mostrar respeto a todos los invitados, ya sean locales o viajen desde otro país para reunirse con amigos y familiares. A partir de ese momento, habría que continuar siguiendo esta misma dinámica con otros elementos de papel clave, incluidos los programas y menús, así como con la cartelería que indique las zonas donde discurrirá la celebración o revele el nombre de los aperitivos o sus ingredientes, en todo lo relacionado con el catering.
- Contratar los servicios de un intérprete. Si los invitados no viajarán con alguien que hable español y su idioma nativo no es el inglés, podrías considerar la opción de contratar a alguien que pueda ayudarles a traducir a su llegada. El intérprete podría ayudar a los invitados en el hotel donde se alojen y facilitarles sentirse más cómodos con los procedimientos y las costumbres durante las primeras horas de estancia
- Incorporar ambos idiomas en la ceremonia, pero sin exagerar. Puede ser tentador traducir toda la noche para esos invitados que no hablan español, pero la duración de tu gran día se multiplicaría si todo tuviese que suceder dos veces. Repetir todo en ambos idiomas hará que el día se alargue y no resulta práctico. En su lugar, conviene traducir porciones clave de la boda bilingüe. Además, se pueden hacer guiños a esa otra lengua, por ejemplo, recitando un poema en el otro idioma antes del sí quiero o dedicando unas palabras al novio en su lengua materna.
- Animar a los invitados a participar. Las ceremonias y brindis bilingües ofrecen oportunidades diferentes y muy especiales para incluir a familiares cercanos o amigos en la celebración. En línea con el consejo anterior, se podría proponer a algunos de los hablantes de otra lengua que asistirán como invitados compartir una lectura o brindar en su idioma nativo para que ambos lenguajes tengan un papel especial. De esta forma te aseguras también de que todos tus invitados puedan seguir el curso de los acontecimientos. Si hay tradiciones culturales de boda que te gustaría incluir, como una ceremonia del té china, por ejemplo, puedes sugerir a tus invitados a ser parte de ese momento e incluir explicaciones y lecturas en ambos idiomas para mejorarlo aún más.
Lo que suma y lo habría que restar en una boda bilingüe: hablemos del menú
Una boda bilingüe es fuente de inspiración y no deberías quedarte solo en las palabras. Hay muchas más formas de romper la barrera del idioma aparte de las traducciones. Agregar elementos de la otra cultura es una de ellas y qué mejor que hacerlo usando la gastronomía como vehículo.
A través del menú de boda puedes elevar el nivel de tu boda bilingüe, aunque deberás tener en cuenta dos cosas:
- Haz una buena selección de platos, recetas e ingredientes para compartirlos con los profesionales del servicio de catering y dejar que ellos consigan que los invitados de otro país se sientan como en casa. Puedes incluir comidas y bebidas familiares en el menú o agregar sus delicias culturales favoritas en forma de detalles para invitados. No te olvides de hacer ese guiño cultural en el baile. Que en la barra libre no falten las caipirinhas para los invitados brasileños, los combinados de vodka para los rusos o los margaritas para los mexicanos.
- Ten en cuenta las restricciones culturales. En algunos lugares hay alimentos o elaboraciones que, por motivos religiosos o por tradición, no están permitidos. Puedes informarte de estas peculiaridades ya en el momento de organizar tu gran día, e incluso hacer que la elección personal de cada uno pueda ser expresada a través de las tarjetas de confirmación de asistencia que incluirás en tus invitaciones de boda. También te servirán para estar al tanto de la alergias e intolerancias alimentarias y resultará una información de gran utilidad para quienes se encargarán de elaborar cada uno de los platos que se servirán durante tu celebración.
Ya ha empezado la cuenta atrás y falta menos para que llegue ese día mágico. Tu boda bilingüe será distinta, original e inolvidable pero, sobre todo, será un día que os ayudará a disfrutar de lo mejor del otro y a compartir interesantes anécdotas, momentos divertidos y mucha alegría.
¿En qué otro idioma tienes que aprender a decir “Sí Quiero”?