Es el primer momento de tu gran día y uno de los que más significado tienen. Todo lo que rodea al sí quiero puede ser aún más personal si concentras ahí tus esfuerzos creativos. Una boda DIY puede notarse en muchos detalles, aunque los que tienen que ver con la ceremonia son los que mejor resultado te darán. Aquí van algunas ideas…
El camino hacia el altar en una boda DIY
El camino hacia el altar, y todo lo que se encuentra antes y después puede transformarse por completo en una boda DIY. Te proponemos 3 maneras de conseguirlo:
- Diseña un camino hacia el altar muy particular, con ese toque divertido que te caracteriza. Para lograr contagiar a todos de optimismo, elige el color de gerberas de tela de tallo largo que más te guste (o combina varios) y “plántalas” a ambos lados del recorrido que harás hacia tu futuro marido, delimitando con ellas los bloques de asientos. Puedes emplear la misma flor, pero al natural, para decorar el arco bajo el que daréis el sí quiero o tu ramo de novia. Una boda DIY tiene que tener en cuenta todos los detalles.
- Prepara un pequeño museo, junto a la zona donde se degustarán unas limonadas o unos ligeros cócteles para refrescarse antes de la ceremonia. Puedes colgar fotos vuestras con los invitados de las ramas de un árbol pendiendo de hilos, elegir las instantáneas que más te gusten de vuestro noviazgo y colocarlas sobre una cómoda, en marcos vintage junto con otros elementos decorativos o, si prefieres lo práctico a lo visual, puedes preparar un pequeño puesto personalizado donde disponer algunos detalles hechos por ti. En tu boda DIY, puedes ocuparte de convertir el programa de la celebración en un pequeño pai pai, o preparar una barra de confeti para que tus invitados lo mezclen a su gusto, o dejarles el primer detalle de boda para invitados, unas gafas de sol personalizadas, para que la ceremonia no les deslumbre.
- Puedes también decorar el altar para que sea el centro de todas las miradas… aún más. Por ejemplo, preparando una estructura de maderas de bambú unidas, de la que pendan tiras de tela; o diseñando un columpio repleto de flores, o, simplemente, ideando una decoración a base de plantas y elementos vegetales que os rodee mientras pronunciáis las mágicas palabras: sí quiero.