Uno de los puntos más delicados a la hora de preparar una boda es la colocación de los invitados. Según como sientes a tus amigos y familiares harás que la celebración sea todo un éxito o que sea un día para olvidar. Por eso, te ayudamos a elegir la mejor estrategia para que sitúes a tus invitados de la mejor manera posible y que todos lo paséis en grande.
Antes de comenzar, coge lápiz y papel
Antes de ponerte manos a la obra, espera a que la gente te confirme su asistencia a la celebración para saber exactamente cuántas personas seréis. Si comienzas a organizar las mesas quince días antes de la boda, tendrás tiempo de sobra y los sorpresas de última hora serán mínimas.
A la hora de pensar cómo sentar a tus invitados, es muy útil dibujar un esquema de las mesas. Esto te ayudará a visualizar mejor la distribución. Normalmente, se suelen poner de 8 a 10 personas por mesa y las más indicadas son las redondas, ya que favorecen la comunicación entre los invitados.
¿Qué opciones tengo para sentar a mis invitados?
Tienes varias alternativas a la hora de sentar a tus invitados en las mesas:
Sitios fijos. Cada persona tendrá su sitio, que podrás marcar con una pequeña etiqueta encima del plato o de la servilleta de cada uno. Un cartel a la entrada indicará la disposición de las mesas y distribución de los convidados.
Sitios flexibles. Organiza a los asistentes en sus mesas, pero deja que se sienten donde ellos quieran. Es muy práctico, sobre todo en las bodas en las que hay muchos invitados. Eso sí, corres el riesgo de que en una mesa haya un grupo de amigos y quede alguna persona un poco aislada.
Fórmula mixta. Los asistentes ocuparán su lugar en la mesa asignada, pero el postre se puede hacer tipo buffet, para que la gente se mueva y se relacione. También es una manera de que quien quiera cambie de asiento.
Aquí tienes una pequeña lista de consejos que te ayudarán para que tu celebración salga perfecta:
- Alterna hombres y mujeres. Ten cuenta a quién mezclas porque el carácter de cada uno es un mundo.
- Prevé dos mesas para jóvenes. Una para niños y otra para adolescentes. Ponles en una mesa lejos de la tuya, para evitar que haya mucho jaleo alrededor de los novios.
Pregunta a tus padres si quieren estar en la mesa con vosotros o prefieren estar con el resto de su familia. - La mesa más importante del convite ¡es la tuya! Tendréis que poneros en el centro, para que a la hora de ir a saludar a los invitados podáis moveros cómodamente. En cuanto a las personas que integrarán esta mesa, depende de tu estilo. Normalmente familiares más cercanos: padres, abuelos, pero por qué no hacer algo más desenfadado, ¡con los mejores amigos!
¡Lo que nunca debes hacer!
Y esta lista con lo que no debes hacer:
Separar a una pareja. Siempre han de estar en la misma mesa, aunque no es necesario que se sienten juntos.
Sentar en la misma mesa a gente que se lleva bien o a ex-parejas.
Hacer una mesa únicamente de solteros, intentando que tu mejor amiga se empareje con el mejor amigo de tu chico. Ese tipo de situaciones por lo general nunca funcionan y corres el riesgo de que la gente se sienta incómoda.
Aislar a un soltero en una mesa de parejas. Mejor ponerle en una mesa más heterogénea, a no ser que se trate de parejas de amigos y haya confianza.
No separar amigos/familia: Intenta que se mezclen y se conozcan, ¡cuanto más mejor! Así será mucho más divertido.
Poner a un adolescente en una mesa de niños. Mucho mejor con adultos, si le pones con niños seguramente se aburrirá.
Desvelar tu plan de mesas a tus invitados antes del día de la boda: es posible que te digan que quieren sentarse con otra gente ¡No les des opciones!