Las bodas estilo vintage son la tendencia del momento. La nostalgia y la magia que desprenden son inigualables. Te acercamos las claves para convertir tu gran día en una vuelta al pasado, pero de una forma moderna, sofisticada y muy romántica.
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Mobiliario antiguo, la clave de la decoración de una boda vintage
Sin lugar a dudas la decoración va a ser la clave a la hora de preparar tu boda vintage. Para comenzar, el mobiliario. Saca del desván todos los muebles que tengas de años atrás y dales un lavado de cara. Aprovecha las mesas de madera y las sillas de hierro con los respaldos forjados. Reutiliza vitrinas, cofres o tocadores para crear pequeños rincones con mucho encanto, donde los invitados puedan reunirse a hablar.
Decoración de una boda vintage
Incorpora elementos decorativos como maletas, botellas de vidrio, libros antiguos, farolillos, banderines de colores…La vajilla ha de seguir la misma estética, por eso, has de buscar platos y vasos de porcelana blanca o esmaltados en colores, con cenefas o dibujos, y ribeteados en dorado. Sin lugar a dudas, la mejor iluminación para la celebración será la luz de las velas. Te darán un aire cálido, chic y muy romántico.
El lugar que elijas, tanto para la ceremonia como para la celebración, también ha de reflejar el encanto vintage. Los lugares ideales para ello son casas antiguas, masías rústicas o jardines donde predomine la naturaleza y el color verde.
¿Cómo puedo resaltar las flores?
A la hora de elegir las flores, opta por las margaritas o por las silvestres, siempre en tonos pastel: lila, rosa, blanco, crema, amarillo…Una idea que encaja muy bien con la estética vintage es colocar las flores en cajas de madera. Puedes colocarlas en los rincones que hayas ido creando para aportarles más frescura.
Para decorar las mesas, usa pequeños arreglos florales que no sean muy recargados. Puedes colocarlos en vasos de cristal, botellas de vidrio de colores, tarros, portavelas…
El look de la novia: sofisticado y nada recargado
Los vestidos de novia en una boda vintage huyen de los excesos. Son modelos finos, sofisticados, ligeros y que te darán mucha personalidad. Predominan las mangas y las espaldas semidescubiertas, los escotes poco pronunciados y las faldas con mucha caída y poco volumen. Los tejidos más comunes son el encaje y el tul, con algún pequeño detalle en pedrería.
Para conseguir un look perfecto, hazte un recogido o un semirrecogido y adórnalo con un tocado antiguo con pedrería, una diadema o un adorno con flores. Si lo prefieres, puedes elegir un peinado años 20, con ondas muy marcadas.
