La música es un elemento que te va a acompañar a lo largo del día de tu boda. Prácticamente, todos los momentos importantes van a ir arropados de uno o varios temas musicales. En otros post te hemos recomendado que para la ceremonia escojas música en directo interpretada por un trío o un cuarteto de cuerda e incluso que éstos vayan acompañados de un pequeño coro para que la atmósfera que creen sea mucho más cálida y emotiva. Pero, ¿qué es más conveniente durante la celebración? Tanto si escoges un grupo de música como un DJ, el resultado ha de ser el mismo: ¡diversión y alegría para tus invitados!
Grupo de música: empatía con los invitados y versatilidad
De hecho, para la celebración puedes contar con un grupo de música y con un DJ, ya que cada uno se encargará de amenizar una parte diferente de la mencionada celebración. Si optas por contratar un grupo de música, puedes pedirles que comiencen a actuar en los momentos previos al catering, mientras los invitados esperan vuestra llegada. En estos casos, el grupo de música puede interpretar temas de jazz o instrumentales, ya que en estos momentos se necesita un tipo de música de acompañamiento.
Durante el catering, el grupo también puede intervenir en momentos determinados, como los brindis o si tenéis previsto algunos parlamentos de familiares o amigos. Por supuesto, después del postre, el grupo de música ha de comenzar a ambientar a los invitados y a llenar la pista de baile. Una de las principales ventajas que te ofrece un grupo de música en directo es que enseguida crearán una atmósfera animada, ya que es mucho más fácil que «congenien» con tus invitados. En este sentido, tienen mucha más flexibilidad para adaptar los temas al momento y al ánimo de los invitados.
La parte negativa es que tendrás que prever un espacio mucho más amplio para que los músicos puedan instalar todo su equipo (luces, micros, mesa de sonido…) y ellos puedan actuar cómodamente. También hay que tener en cuenta que necesitarán hacer pequeños descansos, momento en que la fiesta puede decaer ligeramente, y que el repertorio que ofrezcan será más limitado.
DJ: mayor repertorio y menor logística
El DJ es perfecto para tomar el relevo al grupo de música y seguir animando la última parte de la fiesta, donde se ofrece a los invitados un ambiente más parecido al de una discoteca. Al contrario que el grupo, el DJ tiene un repertorio de canciones amplísimo, así que podrá responder a las peticiones que tu o tus invitados le hagáis. En términos de logística y previsión de espacios, el DJ siempre lleva un equipo mucho más reducido y sencillo que un grupo de música, así que no necesitará tanto espacio.
Normalmente, cuando se da paso al DJ también se cambia de espacio y los invitados que quieran quedarse a esta parte de la fiesta acceden a una pista de baile diferenciada, como una sala más acondicionada o incluso al aire libre. Además el DJ no requiere hacer tantos descansos como el grupo de música, con lo que te aseguras que la fiesta se mantenga siempre animada.
Respecto al coste de unos y otros, los DJ suelen ser un poco más económicos, aunque todo depende del caché y la calidad que tengan. Tanto si decides contratar a un grupo de música como a un DJ (o incluso a los dos), asegúrate de conocer previamente su trabajo y su experiencia animando celebraciones para que todo salga a la perfección.