El momento de degustación del menú en tu boda de primavera será recordado durante mucho tiempo. De eso se encargará el servicio de catering que elijas, aunque parte del éxito se debe a la decoración. La atención que pongas al escoger ambos dirá mucho de ti en tu gran día y te ayudará a lograr que tus sueños se conviertan en realidad.
Desde lo rústico a lo moderno, cualquier opción es válida para una boda de primavera, aunque siempre conviene tener claras las ideas para poder plasmarlas en un estilo de decoración personalizado.
Boda de primavera: sentados alrededor de la mesa más clásica
Imagina una combinación de mantelerías para bodas y centros de mesa donde los colores predominantes sean el rosa y el verde hoja. La delicadeza y la armonía te definen si escoges esta forma de decorar uno de los momentos clave de una boda de primavera.
Las novias que, como tú, decidan apostar por lo clásico y reafirmarse así en sus gustos tradicionales tienen que tener en cuenta tres aspectos:
1. Decoración de las mesas. Que hayas elegido un enfoque clásico para la degustación del menú de boda de primavera no está reñido con que apuestes por platos o presentaciones vanguardistas. Del mismo modo, una paleta cromática determinada no debería limitar tu creatividad, por ejemplo, al incorporar tus tonos favoritos de formas inesperadas. Por ejemplo, puedes usar mantelerías bordadas para bodas u otras en tonos lisos, como el tostado, sobre las que se dispongan cintas de color rosa y verde en distintos tonos, tamaños y texturas para poner una nota divertida. Puedes llevar este elemento también a las sillas, para terminar de integrar la propuesta en este escenario.
2. Centros de mesa para bodas. Ya que los tonos de base de tu elección han quedado representados en las mantelerías para boda, elige centros de mesa exuberantes que incorporen una variedad de rosas, desde las peonías de color rosa oscuro hasta las fresias de color rosa pálido, y adórnalas las piezas de vegetación abundante como los amarantos colgantes o el eucalipto.
3. La clave del éxito con este estilo de boda de primavera. Ten un detalle con tus invitados y deposita una sola flor fresca en la servilleta de cada uno. Busca el contraste o personaliza, y regala a cada uno la del color que creas que más le puede gustar.
Estilo rústico para una boda de primavera
Mesas largas, bancos corridos, madera y cuerda configuran un estilo reconocible y con mucha personalidad. SI tu boda de primavera tendrá un estilo rústico te aseguras que el momento de degustación del menú sea realmente especial. El hecho de sentarse todos juntos, en vez de dividir a los invitados por mesas ya dice mucho de ti. Eso sí, tendrás que elegir bien el espacio de la finca para bodas donde se vaya a celebrar tu gran día, para que la logística acompañe. Además, puede venirte bien tener en cuenta estas recomendaciones:
1. Decoración de las mesas para una boda rústica. Prescinde de mantelerías para boda y, como máximo, apuesta por pequeños manteles individuales hechos de cuerda o fibra vegetal. Servilletas de hilo en tonos neutros terminarán de crear la atmósfera que tienes en mente. Un detalle muy importante son las velas. Deja a un lado la sofisticación y prioriza el encanto, algo fácil de conseguir cuando la distribución es irregular, en vez de simétrica; los tamaños y formas se combinan entre sí y se complementan las velas con elementos propios de la temática, como objetos de arcilla o cristal, con un toque vintage.
2. Centros de mesa. Descarta la imagen tradicional de un centro de mesa para bodas y piensa en canastas artesanales, tarros de cristal o cerámicas antiguas. Habla con los responsables de las flores para que te ayuden a optar por composiciones minimalistas a base de flores silvestres o propuestas salvajes y exuberantes, donde no pueden faltar los sauces rizados, hortensias y hierbas secas.
3. Tu toque personal. Tu boda de primavera aparecerá en todas la cuentas de Instagram de amigos y familiares si tienes el detalle de regalar a tus invitados pequeños huevos de chocolate situados en un mini nido de pájaro.
Vanguardia para tu boda de primavera
El rojo amapola naranja, el negro y el verde oscuro definirán un día lleno de vitalidad y alegría. Tal y como tú eres, así será tu boda de primavera. No es casualidad que hayas escogido esta fecha del año para dar el sí quiero y eso se puede percibir en las invitaciones de boda, en tu vestido de novio y, por supuesto, también quedará confirmado en la manera en que decores el escenario de la degustación del menú. Para lograr un efecto redondo, toma nota de estas tres ideas:
1. Mesas decoradas con optimismo. Un ambiente positivo es una combinación de muchas cosas y, teniendo en cuenta que la felicidad viene se serie, solo faltan pequeños toques que conseguirás con la decoración de las mesas. Lo mejor es que no te pongas límites y apuestes por colores primaverales con un contraste dramático, uno más atrevido, uno empolvado. Esta misma filosofía te sirve para sorprender a tus amigos y familiares disponiendo mesas cuadradas y redondas mezcladas y mantelerías combinadas.
2. La decoración con flores. Los centros de mesa de tu boda de primavera llamarán más la atención si alternas alturas. Las flores elegidas deben las cymbidiums verdes ni el césped.
3. Exprésate y triunfa. Pon una sonrisa en la cara de tus invitados cuando lleguen a la mesa. Diseña tarjetas de lugar en los colores de la boda, pero, en lugar de alternarlas, colócalas en pares, para que las parejas tengan el mismo color de tarjeta. En la parte posterior, un deseo para ellos o un mensaje positivo.
Estilo formal: la clave de tu boda de primavera
El tono marfil protagonizará tu gran día. Tu vestido, las flores, el altar, las sillas de la ceremonia y, por supuesto, también todo lo que rodea a la degustación del menú. Quieres que tu celebración tenga la elegancia y sofisticación que siempre te había ilusionado recrear en una fecha tan especial y lo conseguirás con estas pistas:
1. Decoración de las mesas para una boda formal. Uno de los riesgos de apostarlo todo al blanco, o, en este caso, al marfil, es que la decoración pueda desprender una inspiración invernal. Ésta es una de las razones para huir de los blancos más luminosos, precisamente. Lo mejor es que elijas texturas ricas y contrastadas, por ejemplo, la de las mantelerías bordadas, para evitar ese efecto o uno demasiado minimalista, que tampoco es tu objetivo. También puedes introducir ligeras notas en tostados, con objetos de reminiscencia vintage.
2. Centros de mesa. Aprovecha al máximo las flores de temporada, eres una afortunada por poder tener a tu alcance tulipanes, lirios y jacintos. Combínalos con flores menos jugosas y más delicadas, como las rosas, peonias u orquídeas.
3. El toque final. Elige que las velas se presenten en pequeños candelabros de vidrio blanco esmerilado o apuesta por luces de té en soportes de vidrio transparente. Aportando calidez a los blancos se descarta cualquier reminiscencia de invierno para recordar que la primavera está aquí.
¿Con cuál de todas estas inspiraciones te sientes más identificada? ¿Qué estilo de boda de primavera va más contigo?