Qué ilusión, ya no podía esperar más para compartir la boda de María y Gabi con vosotros. Hace pocos días recibía un mail de María en el que me mandaba las fotos del día de su boda para que nosotros también tuviésemos un recuerdo especial de aquel día.
Nos encanta recibir noticias de nuestros novios recordando lo bonita que fue la boda y lo bien que salió todo con fotos como estas. Mil gracias María 😉 por acordarte de nosotros.
Pues bien, empezamos…
El lugar elegido fue el Monasterio de San Bartolomé de Lupiana, en Guadalajara y la ceremonia fue civil en las ruinas de la iglesia. Para todos los que no conozcáis el Monasterio deciros que es realmente espectacular, a pesar de los años y la cantidad de bodas que hemos celebrado allí, no deja de entusiasmarnos cada vez que vamos.
Como bienvenida, los invitados fueron recibidos durante la ceremonia con un puestecito de aguas aromáticas y limonada.
María estaba guapísima con un espectacular diseñó de Julio Reis y Gabi eligió a la sastrería Jajoan para su traje.
La celebración fue tipo cocktail durante toda la boda, con bodegones como refuerzo, que además de estar riquísimos dan un gran aporte decorativo.
El bodegón oriental con sushi, maki y distintas variedades de recetas orientales encantó a todos los invitados.
María tenía muy claro el tipo de celebración que quería, con un ambiente distendido en el que todo el mundo pudiera hablar y elegir en cada momento dónde estar o que tomar. Este tipo de celebraciones cada vez tiene más seguidores, en las que se prefiere una boda más distendida y animada.
Gabriela la hija de María y Gabi, al igual que María su sobrina, iban vestidas de Marta Ussia, prima de la novia diseñadora de moda infantil.
Una de las cosas que más llamo la atención fue el regalo que los novios eligieron para los invitados, que eran unas pajaritas hechas a mano por la hermana de María. En distintos estampados y colores, las colocamos colgadas en la hiedra para que cada invitado pudiera coger la suya.
A la boda venían invitados de todas partes, por eso María y Gabi decidieron poner carteles hechos por ellos mismos con el mensaje «recién casados» en distintos idiomas. Francés, italiano, bosnio, rumano y turco.
Nos encantan las bodas en las que podemos ver distintas culturas y tradiciones, y la de María y Gabi, sin duda lo fue.
Como en todas nuestras bodas, el bodegón de jamón con cortador no podía faltar, y sobre todo cuando vienen invitados de todos los rincones del mundo. Una de las cosas que más nos caracteriza fuera de nuestras fronteras es nuestra gastronomía, y ¿qué mejor manera de compartir esta parte de cultura qué en tu propia boda?
Otra de las cosas que encantó a los invitados fueron los cocktails, cada persona podía elegir cúal le apetecía más y como prefería que se lo preparasen.
Y una vez llegó la barra libre y las copas, el photocol con atrezzo para que los invitados se hicieran divertidas fotos no podía faltar. Bigotes, gafas y pizarras con mensajes escritos por los propios invitados fueron los mejores aliados de fiesta junto a la música durante las últimas horas de baile.
Espero que este post os haya gustado, y sobre todo a sus protagonistas a quienes recordamos con un cariño muy especial y, que con tanta ilusión y alegría nos hicieron participes de su boda y decidieron compartir las fotos y recuerdos de ese día con nosotros. Un abrazo muy fuerte de todo el equipo del Laurel 😉
