Para planificar una boda única y singular, ante todo hay que elegir un tema que haga de hilo conductor de toda la boda, y hay que encontrar continuidad en cada detalle elegido. Y si quieres que tu día más soñado quede lejos de las tradiciones o los típicos protocolos y buscas una boda memorable, lo mejor es optar por una boda temática.
Lo cierto es que las bodas temáticas hace tiempo que dejaron de estar moda. Sin embargo, son una opción lúdica y original de casarse para los que quieren alejarse de las tradiciones de los matrimonios de siempre. Las parejas que eligen esta tendencia, buscan conseguir una boda con su sello personal, que quede imprimido desde la invitación hasta los recordatorios.
La temática es el eje sobre el que gira la organización de una boda y, por lo tanto, es lo que define tanto la decoración como la papelería, e incluso la comida y los vestidos tanto de los invitados como de los novios. De esta forma, se consigue sin duda una mayor interacción con los invitados.
A la hora de elegir la temática, las opciones son casi infinitas, pero para darte unas cuantas ideas interesantes, aquí va una lista de posibilidades:
- Puedes optar por una boda vintage, una boda playera, una boda country, una boda autóctona, una boda hippie, una boda hawaiana, una boda eco-romántica, una boda granjera, una boda flamenca, una boda mexicana, una boda tropical, una boda de los 80, una boda en un bar e incluso una boda zombie.
- Lo más importante es quizá que sientas que eres tú misma y que no estás haciendo ningún espectáculo ni ningún teatro. Y para elegir la mejor opción, deberías encontrar junto con tu pareja, una afición en común, por ejemplo, la afición que os unió en un principio, como viajar o algún deporte o pasatiempo.
- Otra opción es ambientar la boda en una película que os encante, o bien una serie o un libro, y ambientar la boda como si estuvierais reviviéndola, tanto la parte estética como el argumento.
Basta con atreverse a añadir un toque de irreverencia y originalidad, esto sí, sin pasarte, ya que se trata de planificar una boda con un estilo propio, pero sin que se te vaya de las manos y acabe pareciendo una piñata para adultos o termines gastando en exceso sin que sea necesario. Lo importante es no perder de vista la elegancia y el buen gusto.